martes, 12 de julio de 2016

Ángela y Sebastián y su sueño de la Libretería Ediciones



“Los seres humanos no pueden ser humanos sin algún campo de fantasía o imaginación, toda persona sana debe alimentarse tanto de ficción como de realidad en algún momento de su vida; porque la realidad es una cosa que el mundo le da, mientras la ficción es algo que ella le da al mundo”. Denis Diderot


En cada municipio se gestan procesos culturales y sociales de formación y transformación. Muchos de ellos, se ven afectados por los eventuales cambios administrativos de sus alcaldías. Por tanto, los que sobreviven lo han hecho de manera independiente, quijotesca. Esto porque lo esencial para muchos de estos gobiernos de transito son aquellas obras de cemento que digan en una pequeña placa metálica el nombre de quienes ayudaron en su construcción. Como si el concreto fuera la fórmula mágica de quedar en el recuerdo de un pueblo. 



Por ello, se convierte muchas veces en un círculo vicioso y decepcionante para los gestores culturales el estar intentando cada tanto consolidar un proyecto que piense más en los seres humanos que en las obras de concreto. Pero este círculo se rompe cuando aparecen iniciativas renovadoras e independientes que van más allá de las contingencias administrativas. Así sucede con la Libretería Ediciones, proyecto alterno de dos de los integrantes de la Corporación Cultural La Zafra, Ángela Sosa y Sebastián Cadavid. 

La Libretería está pensada como espacio editorial y taller creativo, en el que se puedan desarrollar propuestas que se destaquen por su contenido y diseño. Este es el proyecto de dos amigos que pretenden materializar las ideas que les surgen a diario, apoyados en saberes acumulados que ponen a dialogar. 

Su principal interés es trazar caminos que sirvan para transitar entre la literatura, la historia y el arte. Frecuentan archivos, conversan mucho, dibujan, leen y escriben por necesidad. Trabajan en lo que aman, así que en las noches pueden conciliar mejor el sueño. 


Desde el 2013 han participado en distintas ferias del libro en el país como expositores y ponentes (Medellín, Bogotá, Manizales y Cali). Además, han realizado talleres de escritura creativa y autopublicación (Medellín y Popayán). 


Entre sus publicaciones se encuentra: La vida es un rasgo de tela, (2014). Consta de 10 relatos basados en partidas de defunción de niños de Girardota del año 1953. Es un libro entrañable para La Libretería. Los textos son de Ángela Sosa y los dibujos de Sebastián Cadavid. Un fragmento reza así:

JESÚS

Septiembre de 1952-Mayo de 1953

Murió de raquitismo. 

Muy temprano en la mañana vamos a buscar el sol. Lo buscamos por toda la casa hasta encontrarlo. Yo lo reto a mirarlo con los ojos abiertos, de frente, pero siempre me vence. A cambio, forma manchas móviles y coloridas que solo puedo ver con los ojos cerrados. Ojalá esa luz cálida y abrazadora, que juega conmigo y me cubre, pudiera quitarle el frío a mis huesos. 


Queda ratificado en el párrafo anterior, que el interés por la historia va más allá de registrar los hechos, la renueva y la vuelve vigente. Incluso, le da vida porque le permiten al personaje sentir emociones. También, han publicado Sainete de Don Toliman (2014), entre otras publicaciones. Por ello, es irónico que un proyecto tan hermoso, tan vital, tan histórico, siga haciéndose con las uñas y que por falta de recursos entregaran la tienda que tenían hace un año en el centro Comercial el Montillo. Sin embargo, sin tienda y recursos, esperan que en un futuro próximo aumenten los viajes y los libros.

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