martes, 8 de noviembre de 2016

El maestro Jorge Maurer y el derecho a ser feliz

 
El maestro Jorge Maurer es de esos seres que es imposible de definir porque su sabiduría radica en el ahora en movimiento. Más que un cúmulo de conocimientos almacenados, su maestría consiste en vivir y ser feliz. Los datos en él se gestan desde su experiencia de vida.

Maurer es argentino y desde hace 62 años enseña a conectarse con la luz interior. Su primer discípulo lo tuvo a los tres años. Era un tío, psicólogo, quién empezó a hacerle preguntas y se asombró con la claridad de las respuestas. Debido a ello, se abrió pasó entre las grandes personalidades argentinas que lo recibieron con gran curiosidad y respecto. Entre ellas: Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Charly García. 

Desde muy chico tenía claro que era una equivocación querer aplicar los pensamientos de otros a su vida. Por eso, ha seguido su propio camino, el de sus inclinaciones más íntimas. Quizá, por tal motivo, le gusta la respuesta directa y evita el discurso laberíntico. Como Fernando González, enseña a dejarse influir solo por la vocación o la voz interior. En la actualidad tiene grupos de meditación en Caracas, Medellín y otras ciudades alrededor del mundo. 

Su palabra es clara. Parece sacada de la literatura sánscrita. Como si fuera parte de Los rishis, o sabios de la antigua India, que con la palabra transformaban la realidad. Por lo tanto, la palabra es sagrada. Por ello, el poder creativo de la voz se expresa claramente en sánscrito, donde vac, voz, es a menudo considerado como sinónimo de Shakti, que es la energía creativa, el poder de manifestación. Las preguntas son: ¿Qué creamos con la palabra? ¿En que nos enfocamos cuando decidimos hablar de lo que consideramos importante? ¿Aceptamos la palabra como un vehículo para llevar lo mejor o lo peor de nosotros mismos? ¿De qué hablamos cuando hablamos?

En fin, son muchas las reflexiones que surgen al escuchar al maestro Maurer. Tal vez, utilice el método de la antigua Grecia; es decir, el dialogo que intenta construir cotidianidades más que conceptos. O tal vez, como el milenario Confucio en el siglo IV antes de Cristo, no le interesa hacer nada extraordinario para buscar adeptos. Lo único que busca es vivir en armonía con su entorno y con su ser interior. Escucharlo es como un despertar. Es como si dijera de nuevo cada cosa que nombra: 

“Entendí que es lo que tenemos que sanar, liberarnos y trasmutar. Escuchen, no es el apego a nuestros hijos, a la pareja, al dinero… ¡Eso no es! Es del apego al sufrimiento, a los miedos y la culpa. Pues ¿Cuál es la gracia de desapegarnos de nuestras parejas o hijos? ¿Cuál es la evolución de eso? Eso es deshumanizarnos y desensibilizarnos. No hay beneficio en ello. Hay beneficio al liberarnos de los miedos y los más grades son: El miedo a vivir, a ser feliz y a tener una vida plena. Si se escarba un poco en la consciencia de la persona lo que tiene son estos miedos. Teme manifestar todo su potencial de felicidad, salud, bienestar y prosperidad. Lo que está es apegado a los miedos, a los sufrimientos y a la culpa.

El perdón es una decisión. Me explico, todo aquello que cargues de los otros dentro tuyo te transforma en algo igual que aquel o aquella que no perdonas. Lo peor que te puede pasar es que eso se quede dentro y no es cuestión de resignarse, sino de perdonar. Cuando perdonas al otro el mayor bien te lo haces tú y si no lo peor del otro se queda en ti y el otro se lleva tu amor. Por ello, ¿cómo vas a recibir en consciencia la divinidad o al Supremo con el corazón sucio, con el corazón ocupado por el resentimiento, el odio, los celos y los daños que recibiste?”

3 comentarios:

  1. Buenas tardes, me llamó Angela e asistido, a varias meditaciones con el Maestro Jorge Maurer, me gustaría saber cómo y cuál es la vía para acercarme de nuevo, necesito la dirección y planificar una meditación con El.
    Agradecida por la información que me pueda ofrecer.
    Angela Di Stasio

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  2. Hola Angela, disculpa la tardanza. Esta es la dirección Diagonal 47a #17 sur 162 casa 105. Teléfono del centro Maharani: 317 638 05 00

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  3. Me da alegría inmensa saber que el maestro está bien. Siempre trato de meditar y conectarme. Hace poco sentí profundo agrafecimiento por todo lo aprendido en el grupo de meditación. Gracias. Yeli

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