lunes, 20 de junio de 2016

Henry Amariles, el entrevistador entrevistado





Cuando empecé a estudiar periodismo en la Universidad escuché que la entrevista era la base de los géneros periodísticos. Se advirtió que se debía tener presente los siguientes parámetros: 1. Tema: buscar tema o personaje. 2. Preparación: estudiar el tema, esto permite que la entrevista fluya y genera puntos de interés. 3. Planeación: revisar la información para formular las preguntas que se van a hacer y el orden en que irán. 4. Claridad: hablarle con claridad al personaje sobre lo que se va hacer antes de iniciar la entrevista para evitarse contratiempos y si se puede, hasta donde lo permitan las preguntas, dejar que el personaje hable sobre lo que se le antoje, claro, sobre los aspectos que nos interesen. 5. Redacción: estructura del texto para presentar la información previamente filtrada. 6. Edición: las respuestas se pueden editar y dejar solo lo que nos interesa, no todo lo que dice el personaje cabe dentro de la pegunta.

Recuerdo esto porque hace poco hablé con un entrevistador por convicción y tiene interiorizados esos parámelos. Se llama Henry Amariles y ha hecho un trabajo muy valioso, desde hace más de seis años, en su programa Voz en el Espejo, que se emite los martes y miércoles por la emisora de la Universidad Nacional, UN Radio, en los 100.4 fm a las 9:30 pm. 

Henry nace en Medellín en 1968. Realizó la Maestría en Literatura Colombiana (U de A, 2000). También, realizó la especialización en Literatura: Producción de Textos e Hipertextos (UPB, 2012). Es docente de bachillerato desde hace más de 22 años en el área de Lengua Castellana, con jóvenes de sectores populares. 

De su infancia conserva un recuerdo valioso y es que en una navidad el divino niño le dio un balón del viejo Willintog Ortiz. Para él, era el primer regalo que coincidía con su deseo; mejor dicho, con su petición. Ese día jugó hasta altas horas de la madrugada. Evoco este recuerdo porque el niño disfruta de sus juegos hasta no necesitar de grandes cosas para ser feliz. Esa capacidad de entregarse al juego la conservan aquellos seres que logran identificar aquello en lo que más vibran, y se dedican a ello porque los divierte de una manera seria. Algo así es la radio para Henry. 

Tengo una imagen muy grata de Henry, y es en las jardineras de la universidad. Se le veía poco porque la mayoría de veces iba con el tiempo preciso para el trabajo. Pero cuando no iba de afán, era posible encontrarlo conversando. Después, descubrí que siempre tenía un interlocutor porque es muy hábil en hacer preguntas que abren el abanico de temas en una conversación. Algo vital para un diálogo ameno. 

La primera vez que hablé con él noté que era un hombre de comentarios agudos, a veces, divertidos, que llevaban al interlocutor a los temas que Henry quería indagar. 

Con más confianza, porque la amistad es una intimidad ganada de muchas conversaciones, declara que se interesó por la radio después de un trabajo para una clase: “una vez hice una entrevista a un profe de la U. de A. que me dejó feliz. Creí haber hecho un excelente trabajo. Pero, a las pocas horas el entrevistado me llamó a pedirme que no la publicara. Que lo hiciera si algún día en este país había paz. Con suma tristeza la dejé inédita. El profe argumentaba que le hice un psicoanálisis y que no quería que se conocieran algunas posiciones suyas frente a los temas tratados. No sé si la firma de la paz con las FARC cambie en algo esa negativa. Pero a mi modo de ver, ha sido una de las mejores entrevistas que he hecho, y que nadie jamás la ha escuchado.”

Aunque, antes de tener su programa, ya hacía periodismo porque siempre manifestó interés por seres insospechados. Personajes que admira, que le interesan, que hacen lo que les apasiona, que están al servicio de un arte proyectada a la comunidad, que son anónimos, que se pueden encontrar en cualquier esquina y no son mediáticos. 

Henry sabe sacarle al entrevistado lo mejor de sí. En esa medida es como una luz de fondo que hace que una luz decorativa parezca natural. Me explico, las preguntas de Henry, sus comentarios, son como focos, spots, flashes que brindan la posibilidad de generar un color, un brillo en las respuestas de los entrevistados. Por ello, logra que ellos se sientan tranquilos y sean una voz acompañante para el radio escucha. En este caso, es la radio el espacio para escuchar aquellas voces que no han sido tomadas en cuenta. Esto enriquece la opinión pública. 

Para el futuro, Henry quisiera hacer una antología de algunas de las entrevistas que ha hecho en su programa. También, terminar una obra de teatro que tiene inconclusa.

 

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