lunes, 26 de septiembre de 2016

Nelson Córdoba, un Luthier en Girardota

La siguiente entrevista es un trabajo en conjunto con el joven Daniel Zuleta Sierra. Estudia en la IE Emiliano García, en el grado 8. Vive en la vereda San Diego. Es amante de las ciencias. 

Daniel participó en los talleres de periodismo que coordinó la Biblioteca Pública de Girardota. Los dictó Fundamundo. Producto de ello es la segunda periódico interescolar: El Búcaro. En el primera edición Daniel hizo el texto "Rodrigo Valencia, un lector incansable". Con Daniel, para la segunda edición, se entrevistó a Nelson Cordoba. En el periódico el texto aparecerá titulado: “Nelson Córdoba, un Luthier en Girardota". El periódico estará circulando a finales del mes de octubre. 


Nelson Córdoba Vasco proviene del municipio de Don Matías y en la actualidad vive en Girardota. Él se especializa en la construcción de instrumentos musicales. En esencia el bajo. 

Su motivación inicia desde pequeño cuando su padre se disponía a oír música. Luego de escucharla en reiteradas ocasiones a Nelson se le despierta cierto interés por la melodía. 

Residiendo en el municipio de Don Matías, Nelson participa en varios grupos musicales, en los que se destaca el grupo "Sinfónica de Don Matías". Allí, toca el saxofón durante 10 años. Simultáneamente, trabajaba con él maestro Gabriel Sepúlveda realizando instrumentos musicales. 

Nelson Córdoba lleva 10 años como Luthier, y 23 años trabajando con la madera. Pues, también hace puertas, closet y demás. 

Para él, elaborar estos bajos, es una pasión y un amor que se encuentra en lo más recóndito del alma. Por ello, considera que hacer un instrumento es de suma importancia ya que se deben tener en cuenta aspectos como: La medición, la afinación, el sonido, y también la parte estética; es decir, que el intérprete o el músico se sienta cómodo con el instrumento. 

Hablé con Nelson para el periódico El búcaro, para saber más de su trabajo, que en Girardota poco se conoce. Él muy amablemente me atendió en su taller que está diagonal a la Biblioteca Pública Municipal. Le hice las siguientes preguntas. 

¿Qué estudios has realizado para ser luthier? 
Yo no realicé estudios un poco más avanzados, como los conocimientos que maneja una universidad, puesto que, para mí, estudiar en una universidad me hubiese inclinado a otra decisión que no hubiese tenido que ver nada con ser Luthier. Así que, solo hice los estudios de primaria y bachillerato para luego independizarme y trabajar por mí mismo en la producción de instrumentos musicales. Dicen mis compañeros, que si hubiese estudiado la profesión de Luthier, estuviera haciendo otra cosa. 

¿Cuál fue la reacción de tu familia al darse cuenta de que tenías en mente ser luthier? 
He sido decidido en el momento de realizar las cosas. Así que mi familia suele apoyarme en mis decisiones. Siempre aprovecho las oportunidades que mis familiares me dan, tanto en el factor económico como en el factor laboral. Por ello, cuando empecé a disponer de mi trabajo mi familia se sintió orgullosa, por el gran avance que había alcanzado. 

¿Por qué se ha decidido por el bajo? 
Inicialmente empecé desarrollando guitarras junto con el maestro Gabrielito Sepúlveda. Además, me suele interesar las frecuencias bajas. Por ese tiempo tocaba el saxofón tenor con la Banda Sinfónica de Don Matías, un instrumento que posee frecuencias brillantes, puesto que el alto ya no era de mi interés, entonces pensé crear instrumentos con una frecuencia más cómoda, más agradable. Así que decidí hacer bajos de una forma innovadora, puesto que, las guitarras estaban teniendo demasiada popularidad, por lo que surgía demasiada competencia. 

¿Piensa extender la producción de distintos bajos? 
Quisiera desarrollar lo que es el bajo tabla, o el bajo guitarra, los chelos eléctricos, los bongós claves o algunos otros instrumentos de repercusión menor. Todo esto con el propósito de hacer aprovechamiento de la madera. Por consiguiente, hasta el momento lo que estoy haciendo es una simple preparación para lo que viene. 

¿Cómo ha sido comercializar el bajo? 
Es gracias a la disponibilidad de las redes sociales. Sin este acceso sería muy difícil la comercialización de este producto, más que todo en el exterior. En este momento existen o se encuentran varios bajos en diferentes partes del mundo. Por ejemplo: Dubái, París, Canadá, Estados Unidos, Perú entre otros. También, en el interior del país: Barranquilla, Medellín, Pasto y demás. 

En este momento la idea fundamental o lo que pretendo es tener estos instrumentos en una galería de instrumentos musicales, donde se puedan resaltar un poco mis productos, pero quisiera que se exhibieran en otros países del mundo, en lugares o galerías de un gran reconocimiento a nivel mundial. Quiero que este instrumento esté en una de las mejores galerías de Europa, de Estados Unidos… 

¿Cómo fue el comercio de los instrumentos con Gabriel Sepúlveda? 
Yo lo único que hacía era ayudarle en la producción de los instrumentos musicales. Tal vez, Gabriel alcanzó a comercializar algunos instrumentos, pero no muy lejos y no muchos. Pues, todo era voz a voz. Solo era cerca del pueblo y a clientes muy cercanos. 

¿A qué edad comienza a ser luthier? 
Comencé a la edad de los 17 años. Comenzando primero por la guitarra y luego comencé por el bajo, con el cual llevo aproximadamente 3 años. 

¿Así como ayudabas a Gabriel Sepúlveda, tú también tienes algún asistente? 
Al ser luthier se debe manejar un perfil. Realmente llevo muy poco tiempo dedicado a este instrumento, por lo que aún no he encontrado una persona que me pudiese ayudar a manejar y desarrollar más instrumentos. Pero la idea sería conseguir un nuevo integrante y así poder incrementar un poco mas esta idea de innovación. 



martes, 20 de septiembre de 2016

Julio Cadavid, Anderson Lennys y Don Rimando llega cantando




El docente puede reformar su entorno si parte desde la pasión y la responsabilidad por enseñar. Esto, si para sus alumnos, más que un docente, es una especie de “niño líder”, uno que puede aterrizar los conceptos de los libros para demostrar que la vida es un juego que puede ser digno y divertido. Al menos, así lo asumen Julio Cadavid y Anderson Lennys, dos cantautores que recientemente se ganaron un estimulo del Ministerio de Cultura.

Para ambos fue una sorpresa ver la Resolución 1715 del 01 de Julio del 2016, del Ministerio de Cultura, donde comunica que para la Convocatoria: “Reconocimiento a la publicación de materiales pedagógicos o musicales para los procesos de formación”, los jurados por unanimidad otorgaron el estímulo a la cartilla “Don Rimando llega cantando”. En esa misma convocatoria, en la Modalidad “Reconocimiento a puesta en escena creativa en Homenaje a Maestro(s), que en 2016 cumplen su centenario de natalicio”, el municipio también ganó con el proyecto “Homenaje Girardota Celebra la Música” presentado por la Subsecretaría de Cultura. 

La propuesta de Julio y Anderson busca hacerle frente a los paradigmas de una educación que tambalea ante los avances del milenio. Por tanto, ellos, de manera muy lúdica, encaran las exigencias de una generación más creativa y veloz, al diseñar una cartilla para madres comunitarias y agentes educativos para que puedan, desde sus posibilidades, crear canciones y cuentos, desde la perspectiva de los infantes. 

Julio y Anderson entendieron que un bebé puede asimilar la primera palabra a los diez meses, a los dos años dominar trescientas y a los tres años dominar un promedio de mil palabras.

Esa primera palabra que se asimila a los diez meses se gesta desde el vientre. Por ello, Evelio Cabrero Parra en su texto La lectura anterior al texto escrito nombra la existencia de un “libro psíquico” que se lee y escribe desde el momento de la gestación con la voz de la madre. 

Es, entonces, el sonido de las palabras que luego se complementa con los gestos de los padres, el que potencia esa primera palabra que luego será cien, después mil y finalmente la representación de un mundo con múltiples significados. Este mundo se enriquece con la madre comunitaria o el agente educativo si cuenta con las herramientas necesarias y oportunas para ello. Por algo, planteaba el pedagogo Loris Malaguzzi que el niño está hecho de cien lenguas pero les robamos noventa y nueve y luego la escuela y la cultura le separan la cabeza del cuerpo. Eso, y duele decirlo, es producto de no otorgarle a los agentes educativos las herramientas necesarias para que ayuden a los niños a soñar. Hecho que Julio y Anderson quieren evitar con la cartilla “Don Rimando llega cantando”. 

En la cartilla hay estrategias para que las madres comunitarias o agentes educativos puedan crear sus propias canciones y así, cuenten con diversas maneras de nombrar el mundo de sus alumnos, hacer un acompañamiento personal, desde el asombro, la imaginación, y las múltiples posibilidades del lenguaje y el sonido. Como una provocación, a continuación, les mostramos uno de los cuentos que aparecen en la cartilla. Los autores autorizaron la publicación. Es un cuento sencillo y sobre todo divertido. 

Los sentidos y la noche 

Era un lunes por la noche cuando los ojos, que eran bastante incrédulos, preguntaron a los oídos: 

–Oye, tú que escuchas todo alrededor, ¿puedes decirme qué sonido es ese que estoy viendo?

Los oídos, respondieron: 

–Es el sonido de la noche. 

Los oídos que eran bastante entrometidos, en medio de la curiosidad le preguntaron a la lengua: 

–Oye, tú que sabes de sabores, ¿puedes decirme a qué sabe la noche? 

La lengua, que era muy golosa, en medio de su sabiduría, lanzó una tierna sonrisa, pues le parecía que la pregunta de los oídos era muy inocente, pero sobre todo, muy fácil de responder. 

–Claro que sí. Asintió la lengua: ¡La noche!, la noche sabe a oscuridad, que con una pizca de estrellas y media luna mezcladas, se parece al sabor de un pastel recién horneado. 

–Muy interesante, demasiado interesante. Respondió la nariz, queriendo que le preguntarán por el olor de la noche. 

Inmediatamente aparecieron los dedos, que sabían que la nariz era muy presumida y que prescindía de saberlo todo, por eso preguntaron: 

–Es confuso para nosotros oír o ver, pues tenemos otra manera de hacerlo, sin embargo, dentro de nuestro talento no podemos identificar olores, ya que tú posees una punta respingada así como tu humilde conocimiento, dinos, ¿a qué huele la noche? 

La nariz un poco, o más bien bastante confusa, empezó a oler disimuladamente una y otra vez porque no sabía a qué olía la noche, pero para no quedar mal respondió: 

–La noche, claro... pues la noche huele... mmmm huele aaaa.... ¡ah! ella huele a lo mismo que huele el día con la única diferencia de que en la noche el frio huele diferente al calor. Los otros sentidos se rieron sin que la nariz se diera cuenta de que se estaban burlando de su falsa sabiduría, pero algo de verdad había en su respuesta, la noche era fría y el día caluroso. 

No conforme con su respuesta agregó: 

-La noche huele al romance entre dos, pero si los dedos tienen una mejor respuesta pues que lo digan, quiero saber que se siente tocar la noche. 

Los dedos sabían tanto acerca de la noche, que no dudaron por compartir su humilde respuesta. 

-Tocar la noche se siente fresca igual que la madrugada, se siente ligera igual que el agua, pero sobre todo, se siente eterna porque la noche cada vez que aparece hace que los sueños vuelen cuando los guardamos bajo la almohada. 

-Pssspssss sentidos, si todo eso es cierto, ¿porqué no salen y le preguntan a la misma noche?, maestra y dueña de los sueños y gran amiga mía, dijo la luna, que sin querer lo había estado escuchando absolutamente todo. 

Los sentidos sintieron que lo que decía la luna tenía mucho sentido, así que decidieron cuestionar esa noche a la misma Noche. Buenas noches, Noche, discúlpanos si te interrumpimos, sabemos que justo ahora estás inspirando a más de uno e hilando los sueños de muchos, pero no te vamos a quitar tu valioso tiempo. 

-¡Claro!, en qué puedo ayudarles, respondió la Noche. 

-Solo queremos saber cinco cosas: ¿tú a qué hueles, a qué sabes, cómo te ves, cómo te oyes y cómo se siente ser la noche? 

-Yo soy todo lo que cada uno de ustedes dice y muchas cosas más, soy el cantar de los grillos, soy el olor de las flores, soy el sabor de las cocinas, el calor de las chimeneas, soy el despertar de los soñadores que me sienten como suya cuando necesitan decir cosas bellas, además, de mí depende el descanso de cada uno de ustedes. 

La Noche que no deja de ser traviesa, decidió no entregarle a los sentidos todas las respuestas, les dijo sin ni siquiera pensarlo, que deberían indagar a los más soñadores. Si quieren saber un poco más, pues pregúntale a un niño, ellos son sabios y conocedores de todo lo que se puede saber de la Noche y los sentidos, un niño puede incluso decir más de lo que esperas.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Jesús Salvador Ruiz y su postulado de no putear la radio



"No han ideado una pantalla de TV tan suficientemente grande, brillante, clara y colorida como para igualar la capacidad de la mente para crear sus propias imágenes vivas..... y lo que hace de la Radio un medio espectacular para relatar, también hace de ésta un medio espectacular para vender." Bob Schulberg 

El 1 y 2 de septiembre se celebró el III Encuentro de Periodismo Ambiental organizado por Corantioquia y la Corporación Universitaria Lasallista. Cerca de 80 periodistas recibieron herramientas digitales y conceptos claros para discernir la información que filtran en sus medios locales.

Se invitaron a periodistas de 80 municipios del departamento. En el evento se tocaron temas como: El periodismo en la era digital, la responsabilidad y la ética del periodismo ambiental, la comunicación y el cambio climático... Luego, se hizo una visita a La Aguada, área de conservación de especies nativas de Corantioquia, ubicada en el Corregimiento de Santa Elena. 

Entre esos personajes se fue perfilando uno. Un señor bajito, muy agudo en sus comentarios. Él se llama Jesús Salvador Ruiz y es un locutor que lleva casi 30 años en la radio. La radio ha sido su pasión. Gracias a la radio conoció a su esposa, una estudiante de pedagogía en Jericó. Se fue con ella para Urabá. Trabajó para La voz de Urabá de RCN, en Apartadó. Más tarde se desplazó para Cocorná, en una emisora pirata, Radio Cocorná, ilegal, sin licencia del Ministerio. Regresó a Jericó a La Voz del Suroeste. Formó parte de los corresponsales de Radio Santa Barbará

Hablamos, mientras caminábamos rumbo de a la reserva La Aguada, sobre la importancia de la radio. Contó una historia hermosa, de cuando trabajó en La Voz del Suroeste. Al inicio, no lo querían contratar porque no había plata. Sin embargo, Salvador sabía que la radio daba plata y empezó a laburar. En cuestión de tres meses se hizo rentable. Una mañana, su jefa lo regañó porque no le había girado dinero. A él se le había olvidado. Quiso irse. Aunque respiró y reflexionó sobre las dificultades y cómo hay que sortearlas. Hizo catarsis. Una oyente lo llamó a decirle que le había salvado la vida. Esa mañana, ella se había levantado con pensamientos suicidas y al escucharlo decidió seguir viviendo. Ese episodio lo recuerda y le ratifica la importancia de la radio.

Para Salvador como para muchos, la radio es el medio de comunicación más personal. El tu a tu, la voz que acompaña, es algo que no tienen los otros medios. Tal vez, porque es un medio que trabaja con lo sonoro. Esto es importante, máxime cuando nacemos con el sentido del oído abierto. Incluso, es el único sentido que no se cierra. Nos alerta del peligro. Por algo, el equilibrio del cuerpo está en el oído. Para muchos, incluyéndome, sentimos que la memoria auditiva es más poderosa que la memoria visual, la táctil o la olfativa. Esto, porque es la memoria que se adquiere primero ya que el lenguaje hablado es una operación cerebral básica. Se hace desde el inicio de la vida, incluso, desde antes de comprender el lenguaje visual. 

Entre otras reflexiones, hubo una muy importante y es el contenido de las emisoras, sobre todo, las más populares en Antioquia. Olímpica, solo por citar una de ellas. Emisoras que se han especializado en difundir los anti-valores con personajes que le hacen una apología a las palabras mal intencionadas, al alcoholismo, la infidelidad, el chisme, la pelea. Esto, para tener más oyentes. ¿Y si esto es lo que promueve la radio en Antioquia (para generar audiencia) cuál es su aporte al tejido social? 

Por otro lado, si la naturaleza de la Radio es entender su verdadera dimensión en la difusión del mensaje y así lograr una comunicación asertiva y respetuosa con el oyente. ¿Qué se puede esperar de estas emisoras que tratan al oyente como un hampón y un borracho que celebra la tragedia de su prójimo? 

Don Jesús recibió una llamada. Con su voz cálida, acogedora, entre el frío de Santa Elena, se fue en otra conversación. Sin embargo, su mensaje claro y pertinente quedó retumbando.

martes, 6 de septiembre de 2016

El placer de transmitir una pasión




Hace unos meses se inició en la vereda de San Andrés una iniciativa de un Plan Piloto de Lectura Mi diario al Aire Libro. La idea era promover el placer por la lectura. Para ello, se buscó aquellos temas en que los niños y niñas lograran expresar aquellos temas que les interesara. 

Se partió de que es un placer y el placer parte de buscar lo que nos gusta. Y lo que nos gusta se hace por voluntad, no por imposición. En tal medida, un diario personal podría acercar al estudiante a la lectura. Entendiendo el diario personal como un diario, o un subgénero de la autobiografía, que data de la narración que hace una persona de las experiencias personales que vive. Normalmente los diarios personales son leídos únicamente por su autor, en especial, por las cuestiones privadas e íntimas. 

Precisamente es esa intimidad la que se compartió, claro, en la medida de las posibilidades. Cada niño contó lo que hizo. Entre esas cosas, uno se sorprende al ver que algunos niños hicieron más de lo imaginado. Por ejemplo, no faltó el que hiciera una carta, le dedicara un poema al profesor, el que hiciera su cuento de terror… entre otros ejercicios. Sin embargo, el que más sorprendió fue el de una niña del grado quinto. 

Jimena Carmona, después de recibir la explicación de cómo hacer una entrevista, sacó su cuaderno de apuntes. Allí hizo un primer ejercicio. Quedó también hecho que se le propuso que entrevistara al rector de la institución, Carlos Enrique Vega. A lo cual respondió, segura de su papel como entrevistadora, que estaba dispuesta y preparada. 

En un principio se buscó con los talleres aportar en la formación de las competencias lectoras (interpretar, analizar y organizar) y comunicativas (hablar, escuchar, leer y escribir). Sin embargo, Jimena, al igual que Mariana Salazar, encarnaron el postulado democrático de que la lectura nos ayuda a visualizarnos en busca de nuestras posibilidades ciudadanas: “La lectura y la escritura se constituyen en herramientas privilegiadas de participación democrática, ya que favorecen la expresión de las ideas, el desarrollo del pensamiento y la formación del criterio. Por ello, formar lectores es mucho más que alfabetizar, en el sentido básico e instrumental del término, y debe constituirse en pilar del ejercicio pleno de la ciudadanía. Dentro de este paradigma, la lectura y la escritura dejan de ser un lujo para minorías ilustradas y adquieren el estatus de derechos que deben garantizarse a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones para favorecer la equidad, desde el comienzo de la vida”.[1] 

Esta experiencia tocó la emoción porque los estudiantes, en esencia Jimena y Mariana, entendieron las normas básicas de la comunicación, la lectura y la escritura, porque sabían que los iban a escuchar. Por eso, se preocuparon en estudiar al personaje y estructurar las preguntas (que fueran claras y pertinentes). En esa medida, la norma es útil y no impuesta. Porque cuando se incluye la emoción en los ejercicios de promoción de lectura la lectura cobra otro sentido, uno más cercano, más desde los intereses personales. Por algo Willian Ospina en su ensayo: El placer que no tiene fin, plantea que “para leer bien no basta la técnica: se necesita la emoción, el ritmo y la entonación que permita extraer de lo que se lea toda la intensa realidad, todos los estados anímicos, todo el colorido que el texto pueda ofrecer”. 

Jimena se sentó frente al rector y logró que él, un hombre muy respetable y distante para muchos niños y niñas, hablara de desde él, de su sensibilidad y se acercara más a sus alumnos. Ella, cual periodista, realizó un ejercicio de clase de alta calidad y sin dejar a un lado el juego, porque jugando se hacen las cosas más serias. 

[1] Reyes, Yolanda. Lectura en la Primera Infancia. Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, CERLACL. Bogotá. Agosto 2005. P.9.